25.2.10

La Pochota


Ha visto el tiempo ir, testigo de la destrucción, de historias entrelazadas,  es guardiana del espíritu maya que sobrevive en su gente. 
Extiende sus ramas para abrazar al pueblo completo, quiere llegar hasta el río, escuchar su paso, mojar sus ramas en él.

Aquí a la vuelta, venden los mejores tamales de chipilín y hierba santa. Quiero sentarme en una mesa de plástico sobre la banqueta, con una cerveza y sin prisa. Abriría un tamal de hierba santa como si fuera una galleta de la fortuna para leer un mensaje, quizá el mismo que no he sabido escuchar. Más tarde volvería a la plaza, me sentaría en una banca para ver sus ramas vibrar mientras intentan decirnos algo.

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