Quizá todas las cosas ya estén perdidas de antemano secretamente en algún lugar remoto. Al menos existe un lugar tranquilo donde todas las cosas van fundiéndose, unas sobre otras, hasta conformar una única imagen. A medida que vamos viviendo no hacemos más que descubrir, una tras otra, como si tirásemos de un hilo muy fino, esas coincidencias. Cerré los ojos e intenté recordar el mayor número de cosas bellas perdidas. Intenté retenerlas en mi mano. Aunque fuera un instante.
K en Sputnik, mi amor de Haruki Murakami
Mientras todo esto se asienta en algún lugar dentro de mí, buscaré la puerta de la que hablaba Sumire.
3 comentarios:
Sputnik es uno de mis libros favoritos. Hay algo en esos personajes que me parece tan hermoso.
Oh!! Se siguen acumulando los libros de Murakami que DEBO leer...
En cada libro de Murakami encuentro personajes entrañables que no quiero dejar ir, que espero encontrar en el asiento de un camión en un viaje largo, o ver una mañana desde la ventana y saludarlos, como si fuera algo cotidiano.
Quisiera tener un amigo como K., una vecina como May Kasahara, encontrar a Nakata en un parque o a Toru y Midori en Taste, comprando todo lo necesario para preparar una carne asada en la azotea del depto de Midori...ja.
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