7.11.08

La sorpresa, la agradable sorpresa

Después de la sorpresa inicial, después del gusto contenido...sentir la necesidad de salir, no saber estar, cómo estar. ¿Cómo se está cuando se encuentra lo que no se ha ido?

Salir, caminar, comprar una cajetilla de cigarros, las luces, la prisa de quienes transitan, caminar el espacio donde nadie habita. Saberse. Caminar un poco más mientras se enfrenta lo que estaba guardado y, entonces, regresar.

Servir una copa de vino, encender un cigarro, volver a la pantalla, no saber qué causa el temblor... y escuchar...ver...saber. El silencio. De frente el tiempo, la música, la voz, las canciones, la presencia...

Alguna vez estuvieron tan cerca que no hubo tiempo ni distancia, y toda la certeza se desplegaba en ese instante.

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