28.11.08

Grinch-out


Después de elegirlo entre muchos otros parecidos a él, pero no iguales, lo subimos al techo del carro. Me sentí mal de verlo así, tan bello (de verdad es bello, grande, hermoso), fragante (de verdad huele rico, de esos aromas que entran y se van dentro, dentro, que te llevan a momentos que apenas y recuerdas o a lugares en los que nunca has estado y siempre has soñado conocer), tan lleno de vida aún (se puede sentir su energía, está vivo). Tuve que alejar al grinch que habita en mí para hacerla feliz. Ella prometió que sacaría tooodos los adornos, que pondría tooodas las luces, al final, no pude resistirlo y terminamos haciéndolo juntas. Fue lindo verla sonreír así. Su última navidad siendo niña. Fue una linda tarde.

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