13.9.06

¿Qué hacemos con las palabras?

¿Qué hacer con todo lo que se queda guardado dentro del diccionario de lo no dicho?

¿Qué vamos a hacer cuando las palabras comiencen a hacerse bolas y se nos atraganten en la garganta, o en el lugar en donde se disponen, justo antes de salir a pasear su belleza?

¿Qué vamos a hacer cuando queramos nombrar lo que no sabemos?

¿Cómo pedirle a un desconocido que busque un nombre para lo que seguramente no tiene sentido?

Era mentira, las palabras no se terminaron, no se terminarán nunca, es sólo nuestro miedo a nombrar lo que aún no existe, lo que paraliza este bello ejercicio que es nombrar lo que no tiene nombre.

Anotaré en pequeños papeles todo lo que vaya apareciendo y no conozco, tal vez un día...tal vez, nos dispongamos a nombrarlo.

2 comentarios:

nacho dijo...

Gracias por visitar y comentar... no había venido a tu blog... pero ya estás en mis links... los buenos maestros se recuerdan como el gusto que dejan los mejores vinos...

un abrazo desde Beautyfulville...

HB

Anónimo dijo...

esto me parece un poco gucandal y blutisal. rit. algo tiene de eso. ajá.
Anitalavalatina

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