25.8.06

Gran día

Hoy tuve uno de los mejores días con las niñas, fue genial...fuimos exploradoras y encontramos muchas, muchas cosas...las llevé a ese lugar que descubrí por casualidad y en el que me sentì tan bien...¿te acuerdas?, el del colibrí...vimos tortugas, huellas de venados, muchas, realmente muchas; también había huellas de puma, mapaches y algunos otros animales pequeños, nos metimos por entre los arroyos que alimentan al pequeño río, entre los árboles, juntamos sapitos...y lo mejor...descubrimos el paraíso del lodo, metros y metros de lodo...corrimos, nos barrimos, ellas se dieron maromas, lo sentimos entre nuestros dedos de los pies, sentimos la humedad y como el lodo se resbalaba cuando lo pisamos...jugamos mucho...y sólo tuvimos que salirnos un ratito en la tarde, qué bueno que lo hicimos porque valió la pena...compartimos algo que creo que nunca se nos va a olvidar.
Hace unos días viví esa misma experiencia, pero lo hice sola (no fue lo mismo), me di cuenta que me gusta salir así, estar en lugares así, escuchar a los animales, verlos, saber que están ahi, que dentro de toda la destrucción y lo mal que está el mundo, los animales están ahi, viven y sobreviven a pesar de nosotros, a pesar de que un día de estos alguien entra a ese lugar cargando un rifle y se lleva más de un bello ejemplar para colgar de adorno en su casa, sí, saber que existen aquí, a unos minutos de mi casa me da tranquilidad...eso es lo único que me hace sentir alguna esperanza, la gente, no. Creo que más que la lectura y la gente, lo que me hace sentirme feliz, completa, es eso, sentir...el aire, el espacio abierto, escuchar los sonidos, buscarlos, conocer ese mundo que no comprendo y que es tan sencillo. Sólo quería compartirlo.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Duré dos días con mi pie en barro, esperando que bajara el hinchazón, el dolor...jugueteaba con mis dedos, hacía círculos y montañas, metía mi mano y acariciaba mi pie una y otra vez. Extraño ahora el aire en carretera, los rayos del sol, el atardecer en el Cerro, un paseo en bicicleta en las afueras de la urbe. Tirar el sleeping frente al lago, leer palabras y tomarse de una mano amable.Querer ser aire.
Un abrazo

Anónimo dijo...

la voluntad la tengo
pero la tentacion me agobia.





respetuosamente L.G.

Anónimo dijo...

...cuando el angel desperto, con alas menores que su libertad
...volvio a dormir.

mar adentro dijo...

ok. La plática puede esperar. Saludos y que todo esté bien...

Lorena

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