14.9.06

Confesión

Me robé su encendedor.

No lo pienso devolver...

3 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Me podrías devolver mi encendedor?

Anónimo dijo...

Llevo más de dos semanas apagado. La punta del cigarro era la mecha de mis pasos, la forma pasmosa de permitirme cierto acercamiento con el único elemento imposible para el humano: el fuego.
¿Cuál fue el castigo que los Dioses propinaron a ese hereje bobo que robó el fuego?
(lo sabes...)

mar adentro dijo...

No, ningún dios será capaz de castigarme por robarme el fuego (con el que acabo de encender este cigarro que ahora fumo), pues ellos entienden que en ese momento era todo lo que podía retener de un mundo que se estaba cayendo en pedazos.
El fuego, fue lo único que pude rescatar, y está aquí, esperando la reconstrucción del mundo, a salvo, conmigo...

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