Creyó que aquello que encontraron una mañana cerca de su casa era un trozo de luna y desde entonces tuvo miedo de las noches en que ella aparecía como queriéndose caer desde una orilla. Se dedicó a seguirla noche tras noche para que no perdiera ni uno solo de sus ojos. Fue en esos días que le perdí la pista, era difícil seguir sus pasos intentando coleccionar los pedazos de luna que solían caer cerca del río. Quiero creer que pasó por aquí una noche y dejó un regalo junto a la ventana. Creo que era suyo porque venía envuelto en una hoja que contenía el fragmento de una conversación que tuvimos una noche que hablamos de la luna y su influencia sobre los hombres, él me explicaba su fascinación por el satélite y yo le contaba los motivos por los que mis padres me habían llamado así, Luna. La piedra que envolvía el papel brilla con una luz pálida y casi azul que cambia de intensidad y a veces creo que intenta decirme algo que aún no alcanzo a comprender.
27.9.10
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1 comentario:
Que bonito estilo para decir. Me identifico.
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