30.11.09

Creo que ya sé

En estos días en que se presentan viajes esperados y de encuentros deseados, no entiendo cómo es que me invade una triste desazón al estilo Les Luthiers o una angustia leve y ligera que vuela y crece conforme pasan los días.

Entre los muchos motivos para que ese hoyo negro se instale dentro de mí para absorber energía, intenciones y vaya dejando un rumor turbulento a su paso está el hecho que este año, por primera vez en mi vida, no voy a poner un árbol de navidad. Parecería que no importa, pero sí importa y aunque me parezco más al Grinch que a Santa Claus, me gustaba todo lo que sucedía cuando ellas y yo nos decidíamos a sacar todas esas cajas para elegir qué adornos colocábamos, las luces, la corona, la estrella, la música, el calientito...

Las voy a extrañar.

27.11.09

Tenemos ganadoras y lo celebramos

Así es, estamos profundamente orgullosos de su iniciativa y del éxito que obtuvo su propuesta, ya que resultaron ganadoras de la V Convocatoria de apoyo a productores independientes del Canal 22.

Proyecto Ganador: Bacatete: donde se oye la guerra.
Género: Documental
Producción: Lilia Velasco Valles
Dirección: Mónica Luna Sayós
Guión: Mónica Luna Sayós

Muchas felicidades a todos los que participan en el proyecto, pronto tendremos oportunidad de ver un documental producido en Sonora y transmitido por el Canal 22 que atiende a la iniciativa de los productores independientes.

Además, hay que aclarar que la directora y guionista es nuestra mafalda Mónica Luna, la Lúnica, la dama del Luna Dance o la argentina más sonorense que ustedes puedan imaginar, como quieran llamarle.

En horabuena!!!

25.11.09

Eterno Resplandor de una mente sin recuerdos (mi décima vez)

How happy is the blameless vessle's lot! / The world forgetting, by the world forgot Eternal sunshine of the spotless mind! / Each pray'r accepted, and each wish resign'd"



Tangerine
Clementine
i like call her Tangerine

Clementine Tangerine
oh, she found me
she likes adrenaline
dyies her hair
laugh with me
take my hand, Tangerine




Am I ugly?
When I was a kid I though I was.

Sometimes I think people don’t understand how lonely it is to be a kid.
Like you don’t matter.

So, I’m eight and I have these toys. These dolls. My favorite is this ugly girl doll who I call Clementine. And I keep yelling at her, “You can’t be ugly. Be pretty. It’s weird. Like if I can transform her, I would magically change, too.

Eternal sunshine of a spotless mind (2004)
La he visto más de diez veces y podría verla 20 veces más.

13.11.09

¿A dónde se lo llevaron?


Mientras escribo esto, ellos terminan de cortarlo. Comenzaron por mutilarlo: primero las ramas más altas después siguieron con el tronco. Han subido las partes en la caja de una camioneta y se lo han llevado.
Esta mañana la calle se siente desnuda, vacía. Puedo ver el cielo y los cables que atraviesan de un lado a otro. Ayer veía sus hojas. Era alto y frondoso. He perdido un poco del verde de todos los días.
No sólo yo he perdido algo. Llega el nieto de mis vecinos del kinder, se para frente a la casa, mira hacia arriba y dice: ¿A dónde se lo llevaron? ¿En dónde está el árbol? Su mamá lo levanta en brazos y se lo lleva. No respondió la pregunta.

9.11.09

Jorge y Gloria (y Eduardo) + Amor y dolor ( y Taj Mahal) + Jelou y gudbay ( o las lluvias de otoño)

Hace tiempo escuché la historia de Jorge y Gloria (y Eduardo) -Un cuento de amor- o Noches negras sin perros con ganas de caricias y fue tanto lo que sentí, fue tan grande la emoción frente a una de las historias de amor más reales y bellas que he conocido, fue tanto lo que significaron esos dos con sus pecas, sus pelos lacios, sus notitas de amor y su inexperiencia, que se fueron adentro, bien adentro, para formar parte de mi top ten de personajes e historias favoritos.

Escuché más allá de las palabras, escuché con los ojos abiertos, muy abiertos, y con una sonrisa. Escuché como una niña a la que le cuelgan los pies de la silla y los mece al ritmo de las palabras. Escuché como una niña a quien alguien le narra algo maravilloso y lo vive como si estuviera ahí, como si creciera junto a ellos dos, que viven el amor por primera vez.

Fue así como conocí a Jorge y Gloria y me enamoré de su historia. Para suerte mía, y creo que gracias a algún tipo de insistencia visual y verbal o la manifestación de lo mucho mucho mucho mucho mucho que me había gustado, el libro, con todo y lo que representaba, se convirtió en un regalo que yo compartí con todos los grupos que tuve durante los siguientes dos años y fue el inicio de una amistad que tendría un título como los de la trilogía.

La historia va más o menos así:
Jorge ama a Gloria que ama a Eduardo. Jorge hace todo lo posible por Gloria, pero ella cree que es Eduardo quien le regala las flores y le envía los recados. El amor es doloroso -y maravilloso.

Lo leía a los universitarios y amaba ver cómo se transformaba su cara conforme la historia avanzaba, escuchar sus aplausos cuando Gloria defendía a Jorge y su "ayyyy" cuando Gloria descubre que Jorge no es tan desagradable ni tan feo como ella pensaba.

Junto con Pastel de chocolate sin cáscara me parecía la mejor forma de describir el primer amor, tal como se siente, va una probadita:

Jorge amaba a Gloria.
Sus hoyuelos,
su pelo rojo y lacio,
su lunar en el cuello,
sus pecas,
su risa cantada
y su risita
que le hacía sentir escalofríos en la espalda;
cómo la mochila brincaba en la espalda de ella
cuando se alejaba de la escuela
con pasos diminutos,
cómo arrastraba sus pies patinando en la banqueta.
Jorge amaba todo lo de Gloria,
pero Gloria no lo sabía.

El tiempo pasó, pasaron los meses, los años y las historias. Y gracias a los caminos y los vuelos llegaron más regalos, entre ellos la continuación tan buscada y esperada, el reencuentro con Jorge y Gloria y su historia de amor: Amor y dolor (y Taj Mahal) o La luna en el corazón es más grande que la luna que está en el cielo o El amor es una rascadita suave detrás de la oreja. Sí, ése es el título. Un genial y bello retrato del amor adolescente con sus cosas lindas como sentir el roce de su brazo, el calor de su mano dentro de la de ella, las caminatas en el parque y...el primer beso, junto a la primera sensación de celos, la tristeza al saber que hay otros afectos en su mundo y que el mundo nos puede tocar.

Escuché la historia y pensé en que después de tanto tiempo todos nos seguimos pareciendo un poco a Jorge y Gloria y que si no aprendemos a vivir con los Taj Mahal que encontramos en el camino, nuestras historias seguirán siendo maravillosamente angustiantes y terriblemente deliciosas.

Y junto con Amor y dolor llegó Jelou y gudbay (o Las lluvias de otoño) o No hay ninguna cura para el amor o El tiempo es largo y el amor corto (¿o al revés?). Sí, ése es el título, de veras. Y no he podido superarlo. Lo escuché y llegué a mi casa tan triste que pensé que seguro hay una continuación para esta historia, pero ya la busqué por todos lados y no la encuentro. Al parecer la historia de Jorge y Gloria es sólo esta trilogía y a los lectores nos queda imaginar el resto, lo que a cada uno de nosotros nos gustaría que sucediera después de esa fría noche de otoño en la que llovía y el agua disolvió las cartas que volaban de una ventana a otra.




Jorge y Gloria (y Eduardo)
Amor y Dolor (y Taj Mahal)
Jelou y gudbay (o Las lluvias de otoño)
de Tormod Haugen, 1999, coedición SEP / Fundación Juan Rulfo,



6.11.09

Beto & Enrique


Encontrar a estos dos tipos esta mañana me hizo tan, tan, tan feliz que me los traje para acá
¿A poco no da gusto sólo de ver esas sonrisas, ahora sí que, de oreja a oreja?

2.11.09

Ofrenda


Parece que los días, las semanas, los meses destiñen la memoria, los hechos se acomodan a la medida, toman un tamaño y una importancia distinta a la que en realidad les corresponde. Perdidos entre el día a día y los sucesos que consumen nuestro tiempo, parece que olvidamos y enterramos la memoria.

Hay quienes se ocupan de hacernos recordar. Recordar lo verdaderamente importante, la trascendencia de lo sucedido y el peligro de olvidar.

Recorrer la ofrenda para 49 niños: imágenes, sonrisas, juguetes, dulces, biberones, ropa pequeña, muy pequeña, cartas, sueños. Una ofrenda que cuestiona nuestra conciencia, nuestro olvido, revive la memoria. Un altar a la muerte de la justicia, cientos de veladoras que mantienen viva la pregunta y 49 miradas que preguntan desde sus fotografías, 49 familias que preguntan, ¿cuántas muertes más serán necesarias?

La ofrenda homenaje a los niños fallecidos en el incendio de la guardería ABC el pasado 5 de junio, hasta la fecha, no se han determinado responsabilidades ni castigado la avaricia y la inseguridad, se encuentra en las escalinatas del Museo y Biblioteca del Museo y Biblioteca de la Universidad de Sonora.

Hay venta de pan de muerto y chocolate, elaborado por los padres de los pequeños. Necesitan reunir fondos para continuar el proceso judicial, tienen confianza que en algún momento, se hará justicia.

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