8.8.11

Viveros

Recibo un mensaje de Pau que dice: ¿Qué debe decir el letrero del camión que me lleva al metro? Después de leerlo imagino a mi hija caminando por la Ciudad de México con su sonrisa y su asombro. Imagino una mezcla de miedo y emoción en esa primera aventura en la granciudad. Después del vuelco en el estómago al recordar la forma en que los pasajeros la veían hace unos días cuando intentamos viajar en metro, como parte de su inducción a la vida estudiantil, le digo que debe decir Viveros. Comienzo a dar indicaciones sobre en qué estación cambiar de línea, qué dirección tomar y callo todas las que dirían: Cuídate. La imagino caminando por la estación sin darse cuenta de las miradas, saliendo del subterráneo y asombrándose con la cúpula de Bellas Artes. Primer día en la ciudad más grande del mundo by her self, sé que va a estar bien. Lo supe desde aquella vez que la vi caminar entre las mesas de un enorme establecimiento de pizzas, con sus casi tres años a cuestas, sin voltear para asegurarse de que la seguíamos o estábamos con ella. Simplemente caminaba y sonreía, se acercaba a platicar cuando le sonreían y seguía su exploración. Regresó sin miedo y sé que así regresará esta tarde cuando baje en la estación Viveros y tome el microbus que la llevará la que ahora es su nueva casa.

2 comentarios:

uma dijo...

Oh! Qué extaña y compleja debe ser la experiencia de la madre que escucha a la hija paseando sola, por primera vez, en la gran ciudad...

Y qué bueno para nosotros tener otra vez noticias tuyas!

mar adentro dijo...

¡Uma!! El gusto es mío. Caray, de verdad me da gusto leerte de nuevo. ¿Cómo están? (no podría preguntar sólo por ti, tus textos me llevaron a seguir tu vida y emocionarme con lo que en ella sucedía) Pasaré por tu blog para sentir que no me he ido por mucho tiempo.

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