26.4.11

Un libro

Una vez abrí un libro y sólo encontré letras, signos de puntuación y la fotografía de un autor que miraba hacia otro lado. Me gustó el olor a tinta y a hojas nuevas, fue como regresar al primer día de clases de muchos años atrás.

Una vez abrí un libro y me atreví a hojearlo, encontré palabras como soledad, nostalgia, desesperanza, entrega, corre, sueño, escapatoria. Algunas de ellas me resultaron familiares.

Una vez abrí un libro y encontré una voz que me dijo: ven, y fui. La voz comenzó a contar una historia. Fue tan dulce que me senté a escuchar con atencíón. No me despegué de ahí hasta que la historia terminó, yo apenas podía respirar y tenía ganas de abrazarme a alguien para llorar por lo que acababa de escuchar.

Una vez abrí un libro y escuché de nuevo esa voz: Intenté correr y la voz dijo: no temas, tengo tantas historias que puedo contar algo que te haga reír, si eso es lo que deseas. Me senté, escuché y no sólo reí, sino que me enamoré y quise escuchar más.

Una vez abrí un libro y una vida comenzó.

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