5.11.10

Pintar flores


Un fragmento de Konrad durante su proceso de reeducación:

– ¿Has traído el juego de las adivinanzas?

– No, jugaremos a pintar paredes –dijo Kitti y puso a Konrad en la mano un gis rojo y otro verde.

Naturalmente, Konrad no quería pintar las paredes. Suponía que el señor Egon no estaría conforme.

– No pienses en el señor Egon –le distrajo Kitti–. Es mejor que pienses cómo sería la flor que quieres pintar.

– Tiene que tener un tallo como éste –dijo Konrad y se quedó horrorizado, porque había pintado una raya verde en la pared.

– Bravo, estupendo, muy bien, Konrad –elogió Kitti, poniéndole en la boca un bombón de menta.

Los bombones de menta le gustaban a Konrad de un modo especial.

A las seis de la tarde, Konrad se había comido una caja de bombones de menta y todos los trozos de pared del cuarto de estar en los que no había cuadro estaban adornados con flores.

 
de "Konrad", Chritine Nostlinger, 1980. Alfaguara Juvenil

2 comentarios:

Luis Enrique dijo...

Si por cada beso que hayamos dado o nos hayan dado, trazáramos alguna linea u forma en una pared muy enorme...¡Qué increíble mundo habríamos reflejado con gises!

mar adentro dijo...

o por cada flor o ave o nube o sonrisa o que hayamos imaginado cómo sería en esa pared.

Lamento que mis hijas no hayan dibujado más en las paredes, he decidido que si un día tengo nietos, en mi casa habrá paredes para ellos.

Archivo del Blog