Hoy se festeja el Día Nacional del Libro y, para celebrar tan importante evento, un colegio en Cabo San Lucas organizó una Feria del Libro a la que fui invitada. La directora y yo pensamos en esta posibilidad hace ya varios meses. Recuerdo que era un día caluroso y yo pasé al colegio para dar seguimiento al proyecto de lectura que iniciaron este ciclo. Ella me comentó que deseaba organizar un evento e invitar a un escritor, le sugerí hacerlo en esta fecha y que fuera una Feria del libro y la Lectura. Días fueron y vinieron y aquí estamos: el evento fue un éxito y gracias a él yo me encuentro aquí.
Invitamos a un excelente escritor. Mantuvo la sonrisa y el entusiasmo en cada colegio que visitamos. Quien más lo disfruté fui yo. Desde que lo vi en la entrada del aeropuerto y subió sus maletas al auto hasta hace una hora que le di un abrazo de despedida, no paré de reír y de pensar, en días así, hasta se me olvida que estoy trabajando. Contestó todas las preguntas que hicieron los chicos y demostró ser poseedor de un excelente sentido del humor. Todos quedaron encantados y desean verlo de nuevo por aquí, creo que él también desea volver y disfrutar de esta ciudad y su especial encanto, mezcla de paz y movimiento, como ese mar que se encuentra con el oceáno justo en el fn de la península, finis terrae.
Yo, a los libros y su festejo les debo todavía más, les debo el encuentro con la ensalada sunomono y sus ingredientes, les debo las historias de una familia que emigró a la Baja hace unos años y una cerveza artesanal llamada burro brown, les debo el sabor del té de jazmín y la certeza de que estoy viva. Una coraza que se hundió en el fondo del mar y un paseo por el tiempo. Quizá también les debo algo de ansiedad,, la relatividad del tiempo y una vista impactante de la península y sus islas. Gracias, libros, gracias...
2 comentarios:
Me quedé intrigado por saber el nombre del escritor.
José Luis Trueba, un tipazo.
Publicar un comentario