1. Quería hablar de lo mucho que me deprimió leer esa nota en donde el &%$& de Miguel De la Madrid se desdice de sus comentarios sobre los hermanos Salinas (aquí tendríamos como fondo musical a Katy Perry: You, change your mind, like a girl changes clothes...), me enojé imaginando las amenazas y el miedo del pobre hombre. Todo el dinero del que habló en la entrevista, no se iba a quedar mirando cómo difaman su procedencia. Recordé que éstas son cosas de todos los días, no desapareció el coraje, nada más ya no me clavé. Al final, me alegré por el triunfo del Barça.
2. Voy a apagar mi computadora y saldré un rato a respirar un poco de polvo, si viviera en Madrid o Barcelona, en vez de polvo inhalaría cocaína (polvo al fin), según dicen, en esas ciudades se encuentran varias drogas suspendidas en el aire, tal vez de ahí viene el aguante para la eterna marcha.
3. Es época de elecciones, mientras conduzco me pregunto cómo voy a hacer para no caer perdidamente enamorada del Pano: lo encuentro cada 10 metros, en todos tamaños, saludando desde postes y espectaculares, con su sonrisa perfecta y esos ojos que casi me hacen chocar (Iba a decir que me gusta casi tanto como David Gandy, pero lo acabo de encontrar en un calendario de Dolce & Gabanna, y me desdije a tiempo, David Gandy es mi favorito). Hablando del Pano, hay algo que me salva: esa camisa roja que dice todo y me recuerda que es hijo de Lord Farquaad. Hasta ahí llega el amor.
4. Nuestra coneja ha demostrado tener sus hormonas en funcionamiento, ¿en dónde se puede encontrar novio para una coneja de lindas orejas largas?
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