No se pueden cometer pecados a destiempo,
los pecados no tienen tiempo.
Se gestan a sí mismos.
Sólo tienen ese momento para existir.
Una vez que se engendran, mueren.
Un instante.
Sin embargo, una vez sumergido en él,
el mar del pecado, el placer del pecado,
todo queda atrás,
el tiempo se olvida, no existe.
Siempre es tiempo para pecar.
Así que no necesitas tu reloj.
28.4.05
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