Platicamos sobre la fijación por esos hombres que nos parecen tan atractivos: su actitud ante la vida, la forma directa de hacer y actuar, la no negación de la evasión, el no compromiso, la ligereza y el descubrimiento. Platicamos sobre los problemas que esos hombres tan atractivos traen consigo. Bien, entonces volteemos a ver otro tipo de hombres, pero...¿en dónde están?
Platicamos sobre la falta de atención que prestamos a otros hombres que no sean los del morral, el cabello y la barba crecida. Platicamos sobre el no ver hacia donde hay otros que no van a pie, sino montados en sus autos. Decido hacer un ejercicio, hoy voltearé a todos lados: carril izquierdo, derecho, adelante y atrás. Observaré lo que no he visto.
El resultado: Uno casi atropella a una señora que no cruzó la calle con celeridad, daban ganas de matarlo. Dos hurgaron su nariz y se sacaron los mocos apenas llegaron al semáforo, hasta miraron con atención el tesoro recién extraído, como dirían mis alumnas: aaasco. Algunos adolescentes, y otros no tan adolescentes, manejando con prepotencia. Un vaquero que casi nos choca al cruzarse de un carril a otro para dar vuelta en U. Tres conductores con vestimenta formal, demasiado formal para mi gusto. Uno más le gritaba a su pareja. Del resto no me acuerdo.
Opté por abortar el ejercicio y subir el volumen de la música para cantar con Ani. Tampoco pasó nadie a pie con morral y cabello largo.
22.10.08
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3 comentarios:
hola
saludos lore.
ana lilia **
¿Y si cambias de ruta?
Buena idea...creo que ahí está la falla.
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