A Raúl le dio por contar mentiras y llamarles autobiografía, mi mamá es experta en eso de la autoficción...incluso cuenta tantas veces su versión de los hechos que llega a creer que ésa es la verdad, lo peor es que algunas veces los mismos testigos hemos llegado a dudar de si su versión es la verdadera o somos nosotros los que estamos alucinando.
Ha sido divertido ese proceso de alterar los hechos porque en las reuniones familiares las anécdotas nunca se repiten, siempre hay una nueva adaptación, les agrega personajes o cambia los diálogos, lo cual es muy peligroso porque puede poner en boca de algunos personajes (nosotros) palabras que nunca fueron pronunciadas o bien, cambiar las suyas según sea su ánimo, y salir bien librada de un suceso que en su momento fue terrible, lo que altera completamente los resultados. A veces los culpables de un accidente resultan ser personajes que nunca estuvieron en el lugar de los hechos, o bien, los méritos se los llevan quienes ni de chiste se asomaron por ahí . Cuando cuenta una versión fabulosa, yo le digo que debería escribirla, ella dice que sí, pero no lo hace. Quedo con la esperanza de que en la próxima reunión la cuente todavía mejor.