Sábado por la noche: después de una agradable plática y un buen abrazo, me meto entre las cobijas para continuar leyendo Ana Frank. Más bien es una relectura, sin embargo, creo que lo estoy viviendo como si fuera la primera vez, todo me sorprende de nuevo, me angustio, mis sentidos se han metido en el libro y me doy cuenta que no recuerdo a ciencia cierta quién era yo cuando lo leí por primera vez, a los 15 años.
Leo la fecha, 13 de enero, me doy cuenta que El Diario y mi vida se han empatado, sólo que con 64 años de diferencia, otra geografía, otro tiempo, sin embargo yo estoy metida en el escondite, y me hago bolita cada vez que pienso en los bombardeos y en la angustia de que nos encuentren.
Ana me pregunta: “¿Y nosotros?” Ella misma responde: “A nosotros nos va bien, mejor que a millones de otras personas. Estamos en un sitio seguro y tranquilo y todavía nos queda dinero para mantenernos.” Yo me voy quedando dormida. Hace frío.
14.1.07
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3 comentarios:
Conocì a Anna a los nueve años. Me alegra que ambos la tengamos como amiga comùn. Sus palabras reavivaron mi deseo de regresar al escondite... tal vez ahì nos podamos encontrar.
Un abrazo,
Bernyciento
seguro...ahí te espero, todavía nos queda comida, y como dice Pim, donde se esconden 9, se pueden esconder 10...
Todos vivimos las mismas vidas
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