Mi vecina de atrás se ha ido de vacaciones, supongo que eso a nadie le importa porque ni siquiera la conocen, es más, ni siquiera yo la conozco. Nunca he querido verla, porque estoy segura que si alguna vez llego a encontrarla en la calle soy capaz de atropellarla. Lo único que conozco de ella es su voz, también sé que disfruta de organizar reuniones los fines de semana y que después de varias horas se pone bastante necia, grita y se ríe de una manera que es difícil describir, lo peor es su voz, no, su risa es peor aún.
Pasar los fines de semana en mi casa puede ser agradable, todo transcurre de forma tranquila hasta que percibo el aroma a carbón, en ese momento lo sé, mis vecinos organizan otra reunión, la paz se esfuma y mi pesadilla comienza, sobre todo cuando hay que dormir y ellos gritan y se ríen, se ríen y gritan, literalmente, en mis oídos, es imposible hacerlo, pero es a ella, mi vecina, a la que he llegado a odiar.
Durante algunas de esas noches llegué a imaginar cientos de formas de hacerla desaparecer o cuando menos de silenciarla. Alguna vez llegué a creer que de verdad había desaparecido, pasaron meses y no se escuchaba, hasta me sentí culpable porque creí que podía haber muerto y yo no deseaba tanto, sólo que organizara sus reuniones en otro lado o que cuando tomara no gritara ni se riera de esa forma.
Pero hoy fue un día distinto, hace mucho tiempo que no tenía un día así, un día completo sin hacer nada en lo absoluto. Bueno, eso no es completamente cierto, no es verdad que no haya hecho nada, lo que sí es cierto es que no he hecho nada “que tuviera que hacer”.
Pasar los fines de semana en mi casa puede ser agradable, todo transcurre de forma tranquila hasta que percibo el aroma a carbón, en ese momento lo sé, mis vecinos organizan otra reunión, la paz se esfuma y mi pesadilla comienza, sobre todo cuando hay que dormir y ellos gritan y se ríen, se ríen y gritan, literalmente, en mis oídos, es imposible hacerlo, pero es a ella, mi vecina, a la que he llegado a odiar.
Durante algunas de esas noches llegué a imaginar cientos de formas de hacerla desaparecer o cuando menos de silenciarla. Alguna vez llegué a creer que de verdad había desaparecido, pasaron meses y no se escuchaba, hasta me sentí culpable porque creí que podía haber muerto y yo no deseaba tanto, sólo que organizara sus reuniones en otro lado o que cuando tomara no gritara ni se riera de esa forma.
Pero hoy fue un día distinto, hace mucho tiempo que no tenía un día así, un día completo sin hacer nada en lo absoluto. Bueno, eso no es completamente cierto, no es verdad que no haya hecho nada, lo que sí es cierto es que no he hecho nada “que tuviera que hacer”.
Un día tranquilo, un perfecto día de vacaciones y acabo de darme cuenta de lo que en realidad hizo que me sintiera realmente cómoda de pasarlo en casa: al parecer mi vecina se fue de vacaciones.
3 comentarios:
Sigamos disfrutando de la tranquilidad de estos días...
Un abrazo, un beso y una rosa... ;-*
Lezbyk ;-)
Así tengo una vecina. No es escandalosa como la tuya, pero se la pasa pegada a la ventana contando cuanta gente pasa frente a "su parte" de acera para después armar un mitote. A mi me lo hizo varias veces, hace ya tiempo, pero aún así siento a veces que la odio cuando por las tardes se me ocurre cruzar a la tienda y me grita desde su silla o su ventana para ver a donde voy porque ella "creia" que "iba a hacer otra cosa" jaja. Mi mala suerte es que ella parece no tener vacaciones nunca, así que mejor me fui yo y descanse como por cinco días.
Vecina de atrás.
Mira, manita, yo sí te conozco. Eres una güerita que anda en un carro gris. bueno, a veces vas en la noche a comprar cigarros mentolados, a mí no me gusta que fumes justo enfrente de la barda que da a mi acuario, así que ya estamos a mano, pero claro, si yo te veo atravesar la olivares con rumbo al oxxo, no te extrañe que un cougar rojo pase por encima de ti, jajajaja!!!! JAJAJAJAJA!!! JAAAAAAAAAJAAAAAAAAAAJAAAAAAAA!!!!
ok, suficiente, polveo mi nariz. snif. clock orange. Yo me río como un ángel!! ajuaaa, oye, manita, te voy a invitar a una carne asada un día de estos para que platiques con nosotras de la poliomelitis y Ricky Martin. besos.
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