30.5.07

sinpalabras

Parece ser que sólo funciono bajo presión. Ahora que la actividad disminuyó casi a cero, ahora que tengo tiempo para ver, para observar, para caminar. Ahora que me puedo tomar un café sin prisa y hasta leer el periódico en Internet, ahora, no sé qué decir cuando hay tanto para ser dicho. Mi computadora me dice vete, no te quedes aquí frente a mí, ya nos hemos visto demasiado estos últimos meses, vete y sal a caminar por ahí. Creo que eso haré, tal vez encuentre algunas palabras en el camino. Si no encuentro palabras, sé que encontraré matemáticas y figuras geométricas, algunos gatos, señores con sonrisas, sábanas y ropa interior colgando de un alambre y botes de basura que guardan los secretos de sus dueños.

23.5.07

Fin de cursos

No había nada más que decir, ninguno se atrevió a pronunciar una palabra, ninguno se atrevió a moverse. De pie, recargados en el barandal del segundo piso, justo afuera del que hasta ese día fuera su salón de clases, intentaron retener el tiempo. Ambos sabían que en algún momento debían marcharse. En casa la esperaban, además, debía llegar temprano a su nuevo trabajo. Él podía tomarse un poco más de tiempo, no había nadie en casa, su madre saldría tarde del trabajo ese día. Él tomó ambas mochilas y con una mirada la invitó a caminar. Todo era silencio. Cómo decir algo cuando no se sabe bien lo que sucede. Cómo detener el nudo y el llanto agazapado. Comprender que ése sería el último día. Ella se detuvo y de su mochila sacó un papel doblado. Las marcas y dobleces hacían evidentes las veces que lo había abierto y vuelto a doblar. Sin decir una palabra lo guardó en la camisa de él, luego tomó su mochila y avanzó hacia la puerta de salida.

KECAK

Danza tradicional de Bali, los vi en Baraka, ahora les puedo compartir que es el Canto del Mono, en vez de utilizar instrumentos crean los sonidos para acompañar un pasaje del Ramayana.
Esto es algo que suelo hacer, me imagino un lugar del mundo al que me gustaría ir, entonces, investigo todo lo que haría por allá. Definitivamente me gustó el Kecak.

22.5.07

Todo se lo debo a Cervantes

Hace unos días me saqué un ventilador en una rifa. El año pasado me saqué un minicomponente y un collar (en rifas distintas). Hasta entonces, mi segundo nombre podía ser Salada, pero algo cambió. En uno de esos momentos en los que pienso sobre cosas que no tienen mucha importancia (suele ser bastante seguido), recordé el momento en que mi suerte cambió: el día en que me saqué un premio por primera vez. No hace mucho tiempo de eso, la Pepe y el Erich organizaron una rifa de la obra de Cervantes, creo que se iban al Cervantino o a la FIL, la verdad es que sí quería los libros así que les dije que ni se hicieran locos y que mejor me los dieran de una vez a mí. Y así fue. Ese viernes mi suerte cambió. Creo que sacarme la lotería o un Jeep me vendría muy bien, un viaje a Australia o a la Isla Socorro serían ideales. Luego les cuento que me saqué.

19.5.07

15.5.07

Pescetti






Me hace reír y cantar.



Canto sola en el carro, si pudiera también bailaría, mientras sigo el trabalenguas o la canción de rebeldía, la historia de humor negro o de incoherencia total (como Las Sardinas). Los días son mejores, más ligeros, tienen más ritmo.



Me hace reír ¿ya lo dije?



Además, tiene una de las canciones de amor más bellas que he escuchado:

Pastel de chocolate sin cáscara.



Viene a las fiestas del Pitic, vale la pena. Lleven a sus hijos, sobrinos, nietos, alumnos...háganse un favor y llévense a ustedes mismos.



Si alguien quiere aprenderse sus canciones para poder concentrarse en la bailadera tengo disponible un archivo listo para quemarlas (no es piratería, sólo promoción). El mismo Pescetti las puso a disposición de su público en su sitio de Internet (las pueden bajar de ahí si lo desean) para que se aprendieran otras canciones y no le pidieran siempre las mismas que, por supuesto, le siguen pidiendo.

8.5.07

Me pregunto

Si alguien me preguntara si soy una buena persona, seguramente contestaría que sí. Nadie me lo ha preguntado, así que no tengo que responder a esa pregunta, aunque estoy reconsiderando mi respuesta. He estado pensando. En realidad no quiero ser una buena persona, si lo he sido quiero dejar de serlo, tampoco deseo convertirme en lo contrario, sólo abandonar esa categoría. Hasta ahora, me da vergüenza decirlo, nunca me he enfrentado a ese dilema de forma seria, ha sido muy fácil, porque siempre he hecho lo correcto. Pero ser así me ha llevado hasta este lugar que más bien se parece a una antesala, como si un tipo importante me citara y me hiciera esperar horas frente a su oficina mientras frente a mí se pasea una multitud de personajes exitosos que me miran con una sonrisa burlona. Y es que no, no basta con ser una buena persona, con querer, no basta con hacer lo correcto y con tener ganas de aprender y de proponer algo interesante, tampoco basta con creer en las personas (nunca sabes si frente a ti tienes a un verdadero cabrón con cara de no rompo un plato). No basta con creer. No es suficiente.

Aunque, si lo pienso bien, no soy tan buena persona como creía, una vez atropellé un perro y no me regresé por él, sólo vi como continuaba su veloz carrera, que mi auto interrumpió, cuando cruzaba la calle. Siempre pensé que si un día llegaba a atropellar a un perro lo llevaría a un veterinario, pero no lo hice, sólo vi que podía correr y continué mi camino. Después atropellé a otro perro, no pude hacer nada. Me he robado libros y no sentí remordimiento cuando casi arranco un brazo de una mordida. ¿Será eso suficiente? Sé que eso no me hace entrar a la categoría de los cabrones.

Me pregunto, y me lo pregunto seriamente, si verdaderamente será lo mejor educar a los hijos de manera correcta: enseñarles que deben respetar, no tomar nada que no les pertenece, poner las cosas en su lugar, no decir mentiras, ser congruentes, responsables, no meterse en las filas, no dar mordidas, no copiar, y toda esa lista de características que los convertirán en buenas personas. Me pregunto, si ser una buena persona es suficiente, porque lo que veo es que para hacerse de un lugar hay que ser bien cabrón y meterse en las filas y hacerte como que no escuchas cuando te reclaman, aprovecharte de los demás y tomar ventaja de ellos. Según veo, ser una buena persona sólo te lleva a vivir tranquilo, pero el mundo está lleno de cabrones a los que seguramente no les importa si duermes tranquilo o no mientras puedan hacerte a un lado para tomar tu lugar. Así que será mejor que nadie me pregunte si soy una buena persona o no, porque odiaría responder que sí o tendría que cometer un acto que comprobara que no lo soy. Supongo que ése fue el proceso que han seguido todos. Tal vez. Yo sólo quiero abandonar la sala de espera. Me he levantado. Ya me fui.

4.5.07

Duelo por un manojo de hierba

Un conejo corre desesperado
no parará de correr
así sienta que está a punto de morir
el conejo tiene:
una razón para correr
un manojo de hierba fresca frente a él.

A la distancia percibe su aroma
huele a campo y a libertad
huele a todoestabienyoestoyaqui
el conejo correrá
detrás de ese manojo
así pierda la vida en el intento
el conejo no lo sabe a ciencia cierta
pero él lo tiene,
tiene el sentido
en esa carrera
sólo sabe:
ese manojo
da sentido a su vida
y el conejo se viste de colores y sonrisa
porque su carrera tiene sentido.

Una tarde, corriendo, como siempre
el manojo de hierba desaparece
detrás de una esquina
al dar vuelta, no está, desaparece.

El conejo se detiene
podría seguir cualquier rumbo
regresar si así lo quisiera
lo sabe:
era ese manojo de hierba
con aroma familiar y de promesas
lo que daba sentido a su carrera.

El conejo se detiene
no sabe qué hacer
a dónde seguir
se pregunta
se ha detenido
correr no tiene sentido.

Hay un conejo
que no corre
que se pregunta
que se ha detenido.

Hay un conejo
que se pregunta por el sentido.

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